viernes, 20 de febrero de 2015

El ajo no puede faltar en nuestro huerto

Estamos en plena temporada de cultivo de ajos. Febrero es el mes ideal para cultivar este producto en nuestros huertos. Pero… ¿Sabes cómo se planta? ¿Por qué es tan rentable? ¿Quieres conocer algunos trucos para obtener un cultivo sano y ecológico? Pues sigue leyendo.

¿Cómo se siembra?
Para sembrar el ajo no utilizamos semillas. De una cabeza extraemos los dientes que la forman. Cada uno de ellos debe ser plantado individualmente con el borde en forma de punta mirando hacia arriba (de ahí saldrá el grillo tan característico) y a una profundidad de 2 centímetros y medio. Es muy importante que los dientes estén separados por una distancia de 15 centímetros y que cada fila de ajos se separe de las otras filas adyacentes mediante una distancia de 50 centímetros aproximadamente.

Para favorecer el crecimiento de este cultivo, es recomendable remover el suelo antes de plantarlo y añadirle compost si consideramos que la tierra es floja debido a la carencia de nutrientes.

¿Por qué es tan rentable?
Este cultivo no requiere tanta agua ni tanto compost como otros cultivos. Además es muy fuerte contra las plagas y funciona como repelente, protegiendo a los cultivos adyacentes de nuestro huerto. Ello, unido a que puede funcionar en cualquier tipo de suelo, hacen del ajo un producto muy rentable.

Trucos para obtener una buena cosecha

Si has plantado los ajos en febrero, probablemente los podrás recolectar en mayo. Para ello se deben extraer cuando las hojas de la planta se estén secando. Los siguientes consejos os ayudarán a obtener buenos resultados:
  • Si la planta florece, corta el tallo floral cuando alcance la altura de 10 centímetros.
  • Arranca las malas hierbas que salgan alrededor del cultivo. Si las dejas se quedarán con parte de los nutrientes y del agua que le corresponde al ajo.
  • Controla la cantidad de agua de riego. Lo recomendable es utilizar un sistema de goteo para no pudrir la planta. No es necesario regarlo todos los días si el clima es idóneo y hay precipitaciones con cierta frecuencia.
  • Si lo plantas en maceta, asegúrate de que tenga 5 horas de sol como mínimo al día y que no esté expuesta a un calor excesivo.
  • Una vez hayamos recolectado las cabezas de los ajos, debemos dejarlas durante una semana al sol con el objetivo de que terminen de secarse del todo y no se pudran los bulbos.