miércoles, 28 de octubre de 2015

5 propiedades del rábano





Un cultivo fácil de realizar y rápido es el de los rábanos. Hace unos meses os explicamos cómo se plantaban (PULSA AQUÍ). Y hoy os contaremos sus beneficios. Los rábanos pertenecen a la familia de las crucíferas (también llamadas verduras de invierno). Son primos hermanos de las coles, el brócoli, la rúcula y el nabo, y proceden del sur de Asia.


La parte comestible del rábano es la raíz, que tiene ese sabor picante tan característico. Los hay de varias clases: largos, redondos, ovalados con la punta blanca… Formó parte de la dieta de los egipcios, especialmente de los constructores de pirámides porque les daba fortaleza e impedía que tuvieran enfermedades.

Propiedades
1.- Antioxidante. El rábano tiene mucha vitamina C, lo cual nos ayuda  a eliminar aquellos residuos que se acumulan en nuestro cuerpo procedentes de la ingestión de alimentos preparados o envasados. Además, esta vitamina mantiene en buen estado nuestra piel y mucosa digestiva porque ayuda en la formación del colágeno, y aumenta el nivel de glóbulos rojos en sangre.

2.- Buen cicatrizante. Si trituramos el rábano para extraer su jugo obtendremos un “mejunje” que podremos aplicarnos si tenemos alguna herida y que acelerará su cicatrización. Especialmente indicado para quemaduras y congelaciones, aunque también se puede utilizar para el tratamiento del dolor si lo aplicamos en la zona donde éste está presente.

3.- Prevención del cáncer. El rábano es un alimento que previene ciertos tipos de cáncer, tales como el de colón, y que es indispensable para aquellas personas que están siendo tratadas con quimioterapia. Cuando alguien está recibiendo tratamiento oncológico necesita regenerarse y grandes cantidades de antioxidante, y los rábanos ayudan a que esto sea posible.

4.- Ayuda al correcto funcionamiento del aparato digestivo. Tienen la capacidad de aumentar nuestra flora intestinal, con lo cual nos ayuda a que la digestión vaya a un ritmo adecuado y no se ralentice. Esto unido a que aumenta la producción de jugos biliares, evita el estreñimiento y a que neutraliza a las bacterias que son perjudiciales para nuestro organismo, hacen que podamos digerir aquellos alimentos que suelen ser difíciles, como es el caso de las grasas. Y todo esto ayuda a que nuestro hígado no esté “saturado” con tanto trabajo.

Su alto poder saciante hace que sea perfecto para aquellas personas que quieren perder peso o que llevan una dieta equilibrada.

5.- Tienen efecto diurético. Son ricos en fibras y en potasio, y contienen pocas calorías. Por tanto previenen la retención de líquidos, ya que éstos son eliminados con facilidad. Ayuda a eliminar piedras o arenillas de nuestros riñones y de la vesícula.

Otras propiedades
Se ha comprobado que son ideales para eliminar los malos olores, ya que funciona como desodorante natural. Para ello es recomendable aplicar un preparado de rábanos triturados en aquellas zonas afectadas (pies, axilas, etc) justo después de pasar por la ducha

Por último cabe destacar que ayuda a aquellas personas que padecen hipertiroidismo, ya que ayuda a disminuir la producción de hormonas por parte de la glándula tiroidea.











martes, 13 de octubre de 2015

Beneficios de la calabaza

Con la llegada del otoño es el momento de recolectar nuestras calabazas. Este cultivo, traído desde Centro-América, tiene multitud de propiedades beneficiosas para nuestro organismo y se puede cocinar de diversas formas. Su polivalencia y su buena conservación, sin necesidad de recurrir a la nevera, hacen de ella la reina de nuestra cocina.


Propiedades
1.-Previene el estreñimiento. La calabaza tiene mucha fibra y agua, lo cual favorece el tránsito intestinal. Además elimina las lombrices intestinales, que tan incómodas resultan.

2.- Regula niveles de azúcar en sangre. Es ideal para diabéticos, porque regula los niveles de azúcar en sangre y disminuye la ansiedad por el dulce en las personas adictas a éste, con lo cual estas personas tenderán a ingerir menos azúcar.

3.- Acción suavizante y protectora del estómago. Está indicada para casos de acidez de estómago, digestiones difíciles o incluso gastritis, porque calma la irritación y el dolor de estómago. Ello es debido a que tiene acción suavizante y protege la mucosa de nuestro estómago.

4.- Prevención del insomnio. El triptófano (presente en la calabaza, frutos secos, semillas de girasol…) nos ayuda a conciliar el sueño

5.- Aumento de nuestras defensas. Ayuda a nuestro sistema inmune, ya que tiene un alto contenido en antioxidantes y en vitaminas A, B, C y E. Además posee minerales como el cobalto, cinc, calcio, magnesio, hierro y potasio.

6.- Es muy diurética. Al tener potasio ayuda al vaciado de la vejiga urinaria, por eso se utiliza en el tratamiento de la hipertrofia prostática, para paliar los efectos desagradables de la próstata agrandada. Además nos ayuda a limpiar nuestro cuerpo y a acabar con la retención de líquidos.

7.- Reduce el colesterol y la hipertensión. La calabaza contiene magnesio y hierro, necesarios para una adecuada circulación y para que se produzca sangre.

8.- Previene la aparición del cáncer. El betacaroteno es lo que le da ese color naranja tan característico al interior de la calabaza. Pues este componente es el responsable de la prevención de tipos de cáncer como el de pulmón, próstata, colon, útero o estómago.

9.- Antiinflamatorio natural. Incide directamente en la prevención de los dolores articulares, inflamación en tendones y artritis.

10.- Ayuda a reducir peso. La calabaza es un alimento que sacia a quien lo consume y que, a la vez, tiene pocas calorías. De ahí que sea recomendado por muchos nutricionistas para aquellas personas que quieren perder unos cuantos kilos

11.- Mejora estado de ánimo. Contiene triptófano, elemento necesario para fabricar la hormona de la felicidad: la serotonina. Por ello hace que nos sintamos más felices al ingerirla y previene la aparición de trastornos mentales como la depresión.

Si los anteriores motivos no son suficientes para que te decantes por comprar una calabaza, te diré que si aplicamos la pulpa sobre la piel conseguiremos retrasar la formación de arrugas, proteger nuestra piel de las radiaciones solares, eliminar asperezas como manchas o pecas, etc. Además favorece la cicatrización de heridas, quemaduras...

lunes, 5 de octubre de 2015

¿Qué puedo plantar en octubre?

Con la llegada de octubre llega una nueva estación que, a pesar de haber empezado el 21 de septiembre, hace que renovemos nuestro huerto con nuevos cultivos. Con la vista puesta en el termómetro y en las predicciones del “hombre del tiempo”, nos toca ponernos manos a la obra. Si estáis indecisos y no sabéis qué plantar, tomad nota de la siguiente lista.

Acelgas. Es muy invasiva: si la plantáis en maceta dejadla sola. Muy resistente a plagas y enfermedades. Requiere pocos cuidados.

Ajos. A partir del mes de octubre se puede sembrar este cultivo, hasta llegar al mes de enero. Hasta dentro de 4 meses no podremos cogerlos. Se planta directamente y es una planta que funciona muy bien como repelente de plagas. Para saber cómo se planta pulsa AQUÍ.


Alcachofas. Se suelen plantar mediante esquejes, obtenidos de las alcachofas que plantamos el año anterior. Los esquejes son como una especie de raíz con un pequeño tronco, que al desenterrarlo se puede dividir en dos o tres plantas dependiendo del tamaño de éste.

Apio. Tarda en brotar unos 4 meses. Para febrero ya los podréis coger. Su única exigencia es que el suelo no sea muy húmedo.

Brócoli. Se planta desde septiembre hasta enero, en el mismo período que la coliflor. Es una planta que quiere temperaturas frías, entre 15 y 20 grados, y ser regada con mucha frecuencia. Es importante cosecharla antes de que florezca: si no lo hacemos se florecerá y dejará de ser comestible.

Cebolla temprana. En octubre empezamos la temporada de las cebollas, que durará hasta principios de febrero. Si las sembramos ahora, podremos recogerlas en marzo. Para plantarlas es recomendable hacer semillero y transplantarla cuando hayan pasado unas semanas.

Coliflor. Esta planta prefiere estaciones frías, de ahí que estemos en su temporada. Para plantarla es conveniente hacer semilleros y, posteriormente, transplantarla a la tierra cuando adquiera una altura de unos 5-8 centímetros. Este cultivo, al igual que el brócoli o las acelgas, sufre de ataques por parte de babosas y caracoles que pueden ser combatidos mediante métodos tales como colocar un bote de cerveza o echar cenizas de leña alrededor de la planta.

Nota: no cortar hojas, porque si le da el sol a la coliflor ésta adquiere un sabor amargo y pierde ese color blanco tan característico.

Espinacas. A esta planta no le gusta el calor, porque la hace florecer prematuramente y se vuelve amarga. Se puede recoger cuando hayan transcurrido 40 días, segando aquellas hojas que veamos más grandes y dejando las que todavía están creciendo.

Habas. Si se siembran en octubre se recogen en marzo. Es un cultivo fácil, pero su punto débil es que no resiste muy bien las heladas, y por ello es importante acolchar bien las raíces mediante paja o plástico con el objetivo de conservar el calor y la humedad.

Guisantes. Si los plantamos en el mes de octubre, podremos recogerlos a partir de marzo. Esta planta no requiere de suelos ricos en nutrientes, por lo que podemos plantarla en un lugar donde hayamos tenido tomateras o cualquier otro producto que haya explotado mucho la tierra durante el verano.


Rábanos. Este cultivo se puede plantar desde septiembre hasta abril. No es conveniente plantarlo en verano porque se grana rápido y adquiere un sabor muy picante. Si quieres saber cómo plantarlos, pulsa AQUÍ.

Romero. Esta planta tiene fama de dar buena suerte, pero además espanta a la mosca de la zanahoria y tiene propiedades antisépticas. Otra ventaja es que atrae abejas cuando echa la flor, lo cual hará que polinicen el resto de flores.

Zanahoria. Aguanta muy bien el frío y crece con temperaturas suaves. Se plantan directamente, ya que no tolera el transplante. Lo ideal es plantarla en un lugar donde hayamos plantado cultivos de hoja (lechugas, escarolas, acelgas) para de esta forma realizar la rotación tan necesaria para esa parte de nuestro huerto.




lunes, 14 de septiembre de 2015

Sobrasada vegetal. ¿Cómo se hace?

Hoy os traemos una receta muy sana, hecha íntegramente con productos procedentes del campo. Aunque hayas leído en el título la palabra “sobrasada”, que probablemente tendrás asociada a la palabra “cerdo”, esta receta no lleva nada de carne. Y por eso es tan sana para nuestro organismo e ideal si sois vegetarianos.

En Internet circulan varias formas de hacer este tipo de sobrasada. Nosotros tenemos la nuestra propia. La hemos probado y funciona, y por eso hoy os la vamos a contar. Así que... ¡Vamos a ello!

Ingredientes (para 4 personas):
100 gramos de tomates secos
50 gramos de almendra
3 dientes de ajo
3 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de albahaca molida
1 cucharada de pimentón

Elaboración
Antes de empezar es importante poner en agua los 100 gramos de tomates secos para hidratarlos. Lo ideal es dejarlos en agua durante 24 horas y cambiarle ésta un par de veces para que suelten toda la sal que llevan y se hinchen. De esta manera nos será más fácil triturarlos con la batidora.

Por otro lado, la almendra tendremos que pelarla y dejarla que seque durante 3 días. De esta forma será más fácil molerla. Pelarla consiste en quitarle la piel marrón que cubre el gajo para que se quede blanca.

Colocamos los tomates, la almendra molida, los ajos troceados y el resto de ingredientes en un recipiente apto para meter la batidora. Acto seguido batimos toda la mezcla hasta que adquiera la textura y el color tan característico de la sobrasada.

Nota: aunque en la foto veáis que hemos utilizado tomates cherrys secos, no importa el tipo de tomate seco que utilicéis. Lo importante es que esté seco e hidratado posteriormente.




domingo, 1 de marzo de 2015

¿Qué puedo plantar en marzo?

Ya tenemos aquí el mes de marzo y muchos os preguntaréis… ¿Qué puedo plantar en mi huerto? El buen tiempo llega y eso ayudará a que nuestros cultivos germinen. Podemos plantar en semilleros o directamente.

Semilleros
Febrero y marzo son dos buenos meses para hacer nuestros semilleros. De esta forma ahorraremos dinero, ya que no tendremos que comprarlas plantas. ¿Qué semilleros podemos hacer? Los siguientes:

Apio
El período para cultivar esta hortaliza va de marzo a junio. Si hacéis los semilleros en marzo podréis transplantarlo en mayo y recolectarlo en octubre.

Berenjenas
El período de siembra de este producto va de febrero a marzo y el transplante se realiza en mayo. Mientras que su recolección es en los meses de agosto y septiembre.

Boniato
Con este cultivo ocurre lo mismo que con el anterior. A la hora de hacer el transplante tendremos que hacer un caballón en la tierra (similar al de las patatas) para su correcto desarrollo.

Cebolla tardía
Marzo es el último mes para hacer los semilleros de este cultivo. En mayo podremos realizar el transplante y la recolección será en octubre, si todo va bien.

Lechugas de primavera
Las lechugas de primavera se siembran en semilleros a partir de febrero, hasta el mes de mayo. Si se siembran en febrero, podremos transplantarlas en abril y recolectarlas en mayo.

Pimientos
El período de siembra de este producto va de febrero a julio. Su transplante se realiza en mayo y la recolección la podremos hacer en el período transcurrido entre los meses de junio y julio.

Tomate
Es la estrella del huerto. ¿Qué sería un huerto sin el tomate? Podemos sembrarlo en semilleros a partir de febrero y hasta el mes de mayo. Si lo sembramos en marzo, podremos transplantarlo a mediados de mayo aproximadamente y empezar a recolectarlo en julio.





Siembra directa
Rábanos
Durante todo el año podemos plantar rábanos. ¿No sabes cómo se siembran? Pues entra aquí y te lo explicamos.

Calabaza
Se siembra en los meses de marzo y abril. La calabaza puede ser de varios tipos y todas ellas se siembran de forma directa en el bancal. Lo recomendable es cavar hoyos de 2-3 cm de profundidad y sembrar dos semillas en cada uno.

Zanahoria
Este cultivo se siembra a partir de este mes, siendo su último mes de siembra el de octubre. Si lo cultivamos ya, podremos comer zanahorias a partir de junio.


viernes, 20 de febrero de 2015

El ajo no puede faltar en nuestro huerto

Estamos en plena temporada de cultivo de ajos. Febrero es el mes ideal para cultivar este producto en nuestros huertos. Pero… ¿Sabes cómo se planta? ¿Por qué es tan rentable? ¿Quieres conocer algunos trucos para obtener un cultivo sano y ecológico? Pues sigue leyendo.

¿Cómo se siembra?
Para sembrar el ajo no utilizamos semillas. De una cabeza extraemos los dientes que la forman. Cada uno de ellos debe ser plantado individualmente con el borde en forma de punta mirando hacia arriba (de ahí saldrá el grillo tan característico) y a una profundidad de 2 centímetros y medio. Es muy importante que los dientes estén separados por una distancia de 15 centímetros y que cada fila de ajos se separe de las otras filas adyacentes mediante una distancia de 50 centímetros aproximadamente.

Para favorecer el crecimiento de este cultivo, es recomendable remover el suelo antes de plantarlo y añadirle compost si consideramos que la tierra es floja debido a la carencia de nutrientes.

¿Por qué es tan rentable?
Este cultivo no requiere tanta agua ni tanto compost como otros cultivos. Además es muy fuerte contra las plagas y funciona como repelente, protegiendo a los cultivos adyacentes de nuestro huerto. Ello, unido a que puede funcionar en cualquier tipo de suelo, hacen del ajo un producto muy rentable.

Trucos para obtener una buena cosecha

Si has plantado los ajos en febrero, probablemente los podrás recolectar en mayo. Para ello se deben extraer cuando las hojas de la planta se estén secando. Los siguientes consejos os ayudarán a obtener buenos resultados:
  • Si la planta florece, corta el tallo floral cuando alcance la altura de 10 centímetros.
  • Arranca las malas hierbas que salgan alrededor del cultivo. Si las dejas se quedarán con parte de los nutrientes y del agua que le corresponde al ajo.
  • Controla la cantidad de agua de riego. Lo recomendable es utilizar un sistema de goteo para no pudrir la planta. No es necesario regarlo todos los días si el clima es idóneo y hay precipitaciones con cierta frecuencia.
  • Si lo plantas en maceta, asegúrate de que tenga 5 horas de sol como mínimo al día y que no esté expuesta a un calor excesivo.
  • Una vez hayamos recolectado las cabezas de los ajos, debemos dejarlas durante una semana al sol con el objetivo de que terminen de secarse del todo y no se pudran los bulbos.


lunes, 16 de febrero de 2015

¿Cómo planto los rábanos?

El rábano es una verdura con propiedades antioxidantes y, por lo tanto, antienvejecimiento. Cuenta con gran cantidad de vitamina C, que ayuda a eliminar los residuos que se acumulan en nuestro cuerpo por la ingesta de alimentos con sustancias perjudiciales para nuestra salud. En la entrada de hoy os vamos a explicar cómo se cultiva, ya que estamos en una época ideal para cultivarlo.

Los rábanos prefieren un suelo mojado y con gran cantidad de nutrientes. Por ello, debemos tener en cuenta que una vez que los tengamos sembrados será conveniente añadir un poco de compost a la tierra.

Pasos
1.- Removemos la tierra con la azada y hacemos surcos con un palo. Dejaremos una separación de 5 centímetros, aproximadamente, entre cada surco.

2.- Depositamos las semillas en cada surco. Dejarlas caer de una en una, para extenderlas por todo el surco.

3.- Enterramos los surcos con tierra. Una vez enterrados, procedemos a echar un poco de compost.

En 6-7 semanas estarán listos para su recolección. Es importante que tengáis en cuenta que, una vez que estén listos para recolectarlos, no debéis dejarlos más tiempo en la tierra para evitar que se pongan malos o se granen. En caso de que queráis obtener semillas para volver a cultivar más rábanos, tenéis que dejarlos plantados más tiempo para que se granen.

Por último, es importante que los reguéis diariamente. El riego por goteo o mediante regadera es ideal para este tipo de cultivo, ya que deberemos mantener el suelo húmedo y proporcionarle agua en su justa medida, siempre si pasarnos (evitar hacer charco).